Historias del Folklore
Don Ata |
" Los pueblos, los hombres se enfrían por ausencia de espíritu. Pero estamos nosotros, con pedernal y yesca, con melodías y cantares, poemas y reflexiones, alto desvelo y sueños de todo tipo, para entibiar las horas de aquellos que no quieren congelarse todavía" . (Atahualpa Yupanqui
A ciento cuatro años del nacimiento de Atahualpa Yupanqui, máxima figura de nuestra música folklórica, tres estudiosos de su obra ofrecen sus vivencias.
Este 31 de enero se cumplirán 104 años del nacimiento de Héctor Roberto Chavero Aramburo, más conocido como Atahualpa Yupanqui, el máximo exponente de nuestra música folklórica.
Llegó al mundo en el paraje bonaerense conocido como Campo de la Cruz y fue registrado en Pergamino, ciudad distante unos 30 kilómetros. Su padre, de sangre quechua, era originario de la provincia de Santiago del Estero y su madre vasca.
Desde que empezó a dar a conocer sus poemas firmaba con su seudónimo de Atahualpa Yupanqui, cuya etimología dio él mismo:"Viene de lejanas tierras para contar algo" (Ata: viene; Hu: de lejos; Alpa: tierra; Yupanqui: narrarás, haz de contar).
Tras una vida recorriendo el país, fijando como lugar de residencia varios parajes del interior, por caso Cerros Colorados, en la provincia de Córdoba, debió exilarse en el exterior por cuestiones políticas.
En una de esas salidas forzadas del país, durante el año 1967 se dirigió a Francia, desde donde emprendió periódicos regresos.
En 1986 el gobierno galo lo condecoró Caballero de la Orden de las Artes y las Letras y en 1987 volvió a la Argentina para recibir el homenaje de la Universidad Nacional de Tucumán.
Debió internarse en Buenos Aires en 1989 para superar una dolencia cardíaca, pese a lo cual en enero de 1990 participó en el Festival de Cosquín. En noviembre de ese año murió Nenette, su segunda mujer. Sin embargo, a los pocos días Yupanqui cumplió un compromiso artístico en París. Volvió a Francia en 1992 para actuar en Nimes pero se indispuso y allí murió el 23 de mayo. Por su expreso deseo, sus restos fueron repatriados y descansan en Cerros Colorados.
Tres enfoques
Para el profesor y periodista Roberto Oña, Yupanqui fue como compositor el hombre que más se identificó con la tierra y con la identidad nacional del folklore: "Su criterio poético y su criterio geográfico asociado a lo poético, le permitió dirigirse a los cerros y a los hombres que ejecutan las tareas en el ámbito rural, así como al yuyo, al indio, a las piedras y al camino. El fue quién mejor describió el paisaje, pero siempre considerando al hombre centro del mismo".
"Atahualpa -agregó Oña- decía que lo ponía mal la vulgaridad porque cuando un hombre es vulgar no es un hombre auténtico y entonces terminaba diciendo que hay que tener cuidado con los que son vulgares o mediocres porque de pronto nos estamos pareciendo a ellos".
Por su parte, el periodista Néstor Angel Barbieri también optó por mencionar algunos conceptos de Atahualpa Yupanqui muy poco difundidos, para dar a conocer la personalidad del artista.
En tal sentido, dio lectura a una carta remitida por Don Ata a su amigo Pedro Iribarne, excusándose en 1964 de participar de un homenaje que le habían organizado en Coronel Dorrego.
"Yo he nacido en lo parejo y conozco bastante lo pampeano de mi tierra y no sirvo para cantar cosas de ahora. Mi objetivo es otro, difícil, muy difícil: recuperar en muchos argentinos el criollo dormido que cada niño, cada joven, cada hombre nuevo lleva en sí".
"Hagan ustedes un acto serio, lleno de canto y de silencio en homenaje al gaucho del sur. Sin espectáculos baratos, ni vedettes, ni guitarras con púas ni zapateadores brillantes. Y entre corte y corte de un costillar miraremos con el rabo del ojo, sabiendo todos por qué estamos y para qué estamos".
De todas formas, según señaló Barbieri, el artista cumpliría 25 años más tarde, en 1989, su promesa al participar de fogones y mateadas en la Fiesta de la Llanura, sin su guitarra, charlando con sus paisanos a los que tanto quería.
Para la docente y folklorista Susana Persia, el discurso yupanquiano es tan amplio que habría que aprovecharlo en la educación, sobre todo cuando habla de la tierra, de la Patria y de la geografía de cada ciudad.
"También habría que incorporar su sentido de la amistad, su manera de personificar la tradición en la figura del abuelo, el cariño a las plantas, a los pájaros que nombra siempre en sus poemas. Y ni qué hablar del sentido de libertad del que dice: 'es algo que el hombre lleva o debe llevar dentro de sí; si carece de este sentimiento propio de los seres superiores, si no sabe disponer del libre albedrío que le otorgó Dios, será en vano que se esfuerce en combatir por todo lo demás...' Estos son algunos de los tantos temas con los que él podría enriquecer a la educación argentina", concluyó
don tahualpa es el pueblo,la gente..Es el pais reflejado en poemas y cantare..Un abrazo,lindo homenaje
ResponderBorrarGracias querido lector!!
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